Elaboración de nuestros quesos

Una vez descargada la leche en la quesería, se procede a la coagulación con cuajo natural y a temperatura controlada para así lograr que pase de estado líquido a sólido. En cuanto estimamos que la textura es la óptima procedemos a realizar el corte de la cuajada. Esta fase se realiza mediante liras y pasando a tener unos granos de cuajada de diferentes tamaños según el tipo de quesos que estamos elaborando. Tras el corte según nuestra propia receta comenzamos a batir los granos controlando la temperatura, el batido se realiza muy suavemente para así lograr la textura inconfundible que tienen todos nuestros quesos. Una vez batido comienza la fase de desuerado en la que separamos definitivamente el líquido de lo sólido y comenzamos a moldear. El moldeo se realiza de manera tradicional, a mano y con paños. De esta forma conseguimos que cada queso mantenga la presencia de siempre alejándonos de un queso industrial y artificial. Una vez moldeado las piezas son sometidas a un prensado durante un tiempo limitado y tras ello las son sumergidas en salmuera para así proceder al salado. Por último cada pieza es conservada en nuestras cámaras de maduración donde según el tipo de queso son sometidas a diferentes procesos, es aquí donde cada queso afina el sabor, la textura, el aroma y el cuerpo.